La aventura continua

Como ya les dije tras los dias como turista junto a Marta en la ciudad de Sevilla y despues la pegueña ronda a los pueblos tipicos de ese lugar acompañado con mi amigo Alfred continué mi viaje en solitario. Mi idea que la aventura ya habia terminado no era cierta. Nada mas lejos de la realidad que yo esperaba encontrar. Puesto que en lugar del paisaje monotono y seco propio de la comunidad de Castilla de Mancha encontré un paisaje abrupto y montañoso propio de los Pyryneos. Por causalidad lleque a la famosa ruta de Don Quichote y a unos de sus caracteristicos pueblos Belmonte. Este lugar significó algo especial para mi, ya que encontré un castillo en estado casi original a los de epoca. La solidad interior en el castillo fue algo que merece la pena ser contador: la clima frio, provocado por el aire que entraba desde todos los partes y creaba sonidos mysteriosos, las puertas permanecían entreabiertas, dando la impresion de que invitaban a atraversarlas. Como toda aventura yo tambien tuvo dias dificiles como aquel que tuve que decidir entre suspender el viaje o continuar con dos radios que los cuales se convirtieron en cuatro en un lugar aislado y apartado. Como la noche caí me vi obligado a empujar la bicicleta durante 25 km hasta la ciudad de Cuenca. Mi idea era la de concluir el viaje con la visita a Cuenca. Tal como me dijo Nuria. Merecía la pena ser visitado por su casco antique y por la vista de sus alrededores. Como me encontrada con animo de continuar el viaje sequi las indicacuibes de la chica de turismo y su mapa que omitía las alturas de la sierra que todavia tenía frente a mi. A las pocas horas de salir de Cuenca los mapas que sequia no me servían y tampoco las indicaciones incluidos las de GPS. Tambien que hay a añadir el cansancio fisico y mental en que me encontraba y del cual no salí hasta muchos kilometros de haber pasado varios pueblos en los que no pude alojarme hasta llegar a uno llamado Cañete al cual llequé por la noche y no fue hasta la mañana siquente que ví que estaba coronado por un castillo amurallado. La etapa del dia siquente iba a ser una etapa corta pero interesante porque incluida la visita a un pueblo con pinturas rupestres. Este pueblo era Villar del Humo y mis expectativas se vieron superadas, no solo por el lugar sino tambien por la gente a la que siempre estar recordaré. Decir que la estancia en el lugar sera inolvidable ya que me enseñaron el pueblo y sus alrededores como un hijo y me abrieron las puertas de sus casas. Este pueblo es un mundo aparte ya que la actividad principal es beber y dedicarse al pueble desde el ayuntamiento. Graciosos eran los abuelos desdentados que basaban su dieta en lentejas con tocino acompañadas de vinto tinto. El retorno a la realidad fue a direccion a Valencia donde me encontraría de nuevo con Jose y su familia. El trate recibido fue muy especial ya que me adoptaron como a un hijo mas. Tras los cuidados recibidos en Valencias me encontraba de nuevo on ganas a continuar el viaje. Hemos estudiado la ruta a sequir y Jose me acompañara hasta el fin de termino de comunidad Valenciana.

(con la ayuda de Jose)